miércoles, 20 de febrero de 2008

Ausencia



Por primera vez me sientas en la butaca de tu ausencia,

estuviste tan cerca y tan lejos,

tan uraño, tan reprochante,

me senté y olí en contra de mi voluntad tu peculiar aroma ajeno,

mientras estuve en ese mismo banco,

sentí tu aliento tan dulce, tan limpio, borbotante de testosterona,

vibré por tu ausencia y lloré tu presencia,

al ponerme de pie,

me di cuenta que lo único que logramos fue involucrarnos más

te quiero más, te ansio más fervientemente,

tengo más ganas de ti.

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