lunes, 23 de junio de 2008

La insoportable levedad del ser, sin milan Khundera


Mordí tu anzuelo, caí en la trampa de tus besos, tus abrazos, tus llamadas, tus detalles, mordí el anzuelo y repentinamente en dos semanas de haberme visto por primera vez ya no podías dormir sin verme, y mucho menos hacer nada sin consultarme, me acompañaste al medico, pagaste mis cuentas, cumpliste mis caprichos culinarios, mis fantasías sexuales en la playa, me llevaste donde te pedía, me miraste todo el tiempo, me escuchaste, y entonces

Entonces

Entonces lo dañaste, me pediste que fuera tu mujer, que viviera en tu casa

Me dijiste que tu madre estaba encantada que tu hija vendría de España para la boda,

Que debías conocer ya a mis padres

Que\

Que

Que querías pasar el resto de tu vida junto a mi

Entonces te dije que mi corazón no es tuyo, que hay otro ocupándolo por completo

Y me prometiste no preguntarme de que se trata y que me darías tiempo

Y entonces

Entonces

Entonces insistes, discutimos día tras día,

Al final ni me dejas ni sigues conmigo porque cierras diciendo que me amas y no renunciaras a lo que te he ofrecido

Y a decir verdad, ahora que lo pienso, nunca te he dado nada, simplemente he sido como soy, talvez un gesto, una mirada, o una que otra ocupación de cosas tan triviales como una vitamina, tan sutiles como un hello, porque dices que me amas , si en dos semana no crece un amor?

Además sabes que?

Se que nunca volveré a tenerlo entre mis brazos, pero mi corazón merece darse a la idea de que el volverá, y casarme contigo y darte un hijo no respeta esa decisión, es muy difícil para ti entenderlo,

Puedo parecer loca, pero por favor

No insistas. Puedo estar contigo, pero ser tuya jamás.

No hay comentarios: